El "respeto" es vital para la crianza de los hijos, pero la palabra puede confundirnos, especialmente cuando se trata de establecer límites con los niños.
Ellos necesitan muchas oportunidades para ser autónomos y que se respeten sus elecciones.
Al mismo tiempo, también necesitan saber que no están a cargo, y lo demostramos a través de nuestro liderazgo confiado, decisivo y amable. Para esto establecemos Límites Firmes y Amables.
Rudolf Dreikurs nos enseñó la importancia de ser amables y firmes en nuestras relaciones con los niños. La amabilidad es importante para mostrar respeto por el niño. La firmeza es importante para mostrar respeto por nosotros mismos y por las necesidades de la situación.
Los métodos autoritarios generalmente carecen de bondad. Los métodos permisivos carecen de firmeza. La amabilidad y la firmeza son esenciales para la Crianza con Intención.
Muchas madres luchan con este concepto por muchas razones.
Una es que a menudo no tienen ganas de ser amables cuando su hijo las “ha retado”.
Aquí quiero recordarte: “Si los adultos queremos que los niños controlen su comportamiento, ¿es demasiado pedir que los adultos aprendamos a controlar nuestro comportamiento?"
A menudo, son los adultos los que deben tomarse un “tiempo fuera positivo” hasta que puedan "sentirse" mejor para poder "hacerlo" mejor.
Muchas madres tienen nociones equivocadas sobre la amabilidad.
Uno de los errores más grandes que cometen algunas madres cuando deciden probar la Disciplina Positiva es volverse demasiado permisivas porque no quieren ser punitivas.
Algunas creen erróneamente que están siendo amables cuando complacen a sus hijos o cuando los rescatan y protegen de toda desilusión. Esto no es ser amable; es ser permisivo.
Ser amable significa ser respetuoso con el niño y contigo misma.
No es respetuoso mimar a los niños. No es respetuoso rescatarlos de todas las decepciones para que no tengan la oportunidad de desarrollar sus "músculos de la decepción".
Es respetuoso validar sus sentimientos: "Puedo ver que estás enojado". Entonces es respetuoso tener fe en los niños de que pueden sobrellevar la decepción y desarrollar su sentimiento de ser capaz en el proceso.
Ahora veamos cómo ser respetuosa contigo. No es amable permitir que los niños te traten a ti o a otros de manera irrespetuosa.
Aquí es donde se pone un poco complicado. No permitir que los niños te traten a ti o a otros de manera irrespetuosa no significa manejar esta situación de manera punitiva. El castigo es muy irrespetuoso.
Entonces, ¿cómo lo manejas?
Para ayudarte a tener una mejor idea de cómo son los límites firmes y amables en la crianza respetuosa, aquí hay algunos ejemplos que las madres podemos establecer con nuestros pequeños. La mayoría de los límites tienen que ver con la seguridad (para tu hijo, para otro niño o para ti), pero la privacidad y la higiene también pueden estar involucradas.